Inicio con la publicación de una serie de relatos
elegidos para cada uno de los 10 artículos de la Ley Scout, para ser contados
en los 5’JT o en el cierre de una fogata, pretendo publicar 2 por semana a
partir del 09dic15. En la medida de lo posible cada relato lleva su referencia.
- El scout cifra su honor en merecer
confianza
Durante
su infancia tuvo la suerte de vivir cerca de un lago lleno de truchas, y creo
que de allí le llego la afición por la pesca del mismo.
En
la “temporada de pesca” desde temprano bajaba hasta el pequeño muelle a la
orilla del lago y allí durante horas y horas lanzaba y recogía el sedal con una
destreza que solo da la practica. Esos días pasaban volando.
Fuera
de temporada se pasaba las horas observando el lago y viviendo de sus
recuerdos, mientras limpiaba una y otra vez sus aparejos. Esos días parecían
que no terminarían nunca.
Un
año la noche anterior a que se abriera la temporada bajo al muelle y comenzó a
practicar en la oscuridad lanzando y recogiendo infinidad de veces su nylon.
Así pasaron las horas cuando de repente sintió una enorme tensión en su caña e
inmediatamente entendió de lo que se trataba. Comenzó a “luchar” contra la gigantesca criatura la lucha fue colosal pero
luego de varias horas logro tener en sus manos a la trucha más impresionante
que nunca se hubiera pescado en aquel lago.
Tan
extasiado estaba en su existo que paso mucho tiempo antes que se percatara que su padre lo acompañaba a su lado:
- Mira papá – dijo sonriendo – es el mas grande en la historia de viejo lago
- Si, así debe ser – dijo el padre, mientras observaba como seguía luchando aquel gran pez –
pero… – continuo el padre, siempre
había un pero con él – ¿qué
hora es?
- ¿Qué hora es? - repitió el padre mientras
encendía un fósforo para ver su reloj.
“¿Qué
hora es?”, el Niño no entendía, ¿que importaba eso?, estaban solos a la orilla del lago y ya
pasaban las 11, ¿qué importaba que hora fuera?
-
Pero
papá – dijo con lagrimas en los ojos – ¿quien sabrá la hora en que lo saque?
-
Tu, hoy lo sabes y siempre lo
sabrás – fue la
respuesta del padre mientras apagaba el fósforo, se volteaba y regresaba a la casa.
Aun
sin entender por que tenia que hacerlo, el niño regreso el animal al lago, e
inmediatamente se perdió en la noche. Que pena nadie le creería.
Ese
año y otros muchos años, siguió pescando, saco pequeños medianos y muchos
grandes, pero sin duda ninguno como aquel que había regresado al lago.
Muchos
años después, ya mayor regreso al viejo muelle con su hijo y una noche le contó
que allí en ese lugar, había conseguido lo más grande de su vida, y al decirlo
seguramente no se refería a la trucha…………
Pterodáctilo
Ancestral
Relato
escrito en el año 2000 sobre mis recuerdos de la historia original leída en Selecciones
de Read Digest cuando niño
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