jueves, 3 de marzo de 2016

Mi encuentro con Nelson Mandela…

En 1930 el escritor húngaro Frigyes Karinthy escribió un cuento llamado Chains, en el que enunciaba la hipótesis que intenta probar que cualquiera en la Tierra puede estar en contacto con cualquier otra persona del planeta a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios, conectándose ambas personas con solo seis enlaces, la llamo Seis Grados de Separación. Yo lo comprobé en los años 90 's del siglo pasado. 

Yo inicie a trabajar en la planta de San Francisco de Yare el 1ro de diciembre de 1991, como Jefe de Planificación y Control de la Producción, y aunque ya desde principio de los 80 ‘s existían las primeras IBM PC con lenguaje DOS, el cerebro de la planta lo seguía ejerciendo una computadora IBM mainframe tipo NOVA. La cara humana de ese gigantesco equipo era una joven operadora llamada Rosa, quien arduamente mantenía funcionando el ya obsoleto sistema y cumpliendo con las exigencias de su novel jefe. Periódicamente los técnicos de IBM venían a hacer servicio a los equipos y rutinariamente Rosa y ellos terminaban en mis oficinas para indicarnos que nuestro equipo era obsoleto y que muy pronto IBM dejaría de darle servicio. Esto sucedió hasta mediados del año 93, cuando uno de los repuestos exigidos por nuestra vieja NOVA fue imposible de ubicar y perdimos nuestro cerebro. Fue nuestro propio y terrible fallo tecnológico tipo Y2K.

En 1990 Nelson Mandela con 72 años y luego de 27 de ellos presos (18 de ellos en la isla Robben confinado a una celda de 2 x 2), sale de la cadena perpetua a la que lo había condenado un régimen que consideraba legal y moral un sistema de segregación racial llamado apartheid que significa “separación” en afrikáans (lengua germánica derivada del holandés, ¿recuerdan a los  bóers de Mafeking contra nuestro Baden Powell?).

Básicamente, este sistema consistía en la creación de lugares separados, tanto habitacionales como de estudio o de recreo, para los diferentes grupos raciales, el voto exclusivo para la raza blanca y la prohibición de matrimonios o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros. Su propósito era conservar el poder para el 21 % de la población que conformaba la raza blanca, la cual en otras condiciones habría perdido su posición de privilegio.

En teoría, el sistema consistía básicamente en la división de los diferentes grupos raciales para promover el "desarrollo". Todo este movimiento estaba dirigido por la raza blanca, que instauró todo tipo de leyes que cubrían, en general, aspectos sociales. Se hacía una clasificación racial de acuerdo a la apariencia, a la aceptación social o a la ascendencia. Este nuevo sistema produjo revoluciones y resistencias por parte de los ciudadanos no blancos del país.

Cuando colapso nuestra vieja NOVA, toda la planta entro en anarquía y nos volvimos 
incapaces de realizar las tareas más simples, por lo que mi pretensiones de planificar y coordinar la producción se hicieron poco menos que imposibles. Dada la completa imposibilidad de poder sustituir nuestra computadora por una similar o al menos por una compatible, nos dimos cuenta que el problema no era solo de sustituir el obsoleto Hardware sino que requerimos conseguir también un Software que funcionara en nuestro nuevo sistema. 

Por lo tanto nos abocamos a resolver el problema, y en vista que por aquellos años nuestra empresa contaba con plantas similares en Italia, Brasil, India, Australia y Sudáfrica, nos comunicamos con todas ellas, vía télex y finalmente logramos acordar que el software más compatible con el nuestro y que por lo tanto el que más nos convenía era el desarrollado y utilizado en nuestra planta de Johannesburgo llamado FCP (Factory Control Production), por lo tanto coordinamos la visita del programador y de la operadora principal del software a Venezuela para que lo instalaran y configuraran en la nueva red que estábamos montando en la fábrica. De esta manera un día cualquiera, de un mes cualquiera de 1993, conocí a los ingenieros Lucia Venturi y Cliff Matthews, la primera hija de emigrantes italianos de la postguerra y por tanto (aunque se había criado dentro del apartheid, no lo llevaba en la sangre), y el segundo descendiente directo de los afrikáneres que pelearon las guerras Anglo-Bóer, y por lo tanto un fiel practicante y creyente del apartheid.

Al día siguiente de su llegada Cliff pidió reunirse conmigo: entro a mi oficina acompañado de Lucia quien nos servía de interprete, se sentó al frente y sin ningún protocolo ni etiqueta, me dijo:
-       
    •     Yo no puedo, trabajar con Rosa…
    •          Por qué?, ¿Qué le dijo? – le pregunte, intrigado
    •     Porque ella es NO BLANCA – contesto para mi estupor – ella es kleurling
    •        ¿kle … que ... ling? - balbucee
    •         Kleurling – repitió – NO BLANCA


Luego Lucia me explico que Cliff se refería a que si bien Rosa no era negra, tampoco era blanca, era lo que nosotros llamamos mestiza, y según sus costumbres y leyes los afrikáneres no se relacionaban con los no blancos. Me pidió que no lo tomara mal, que no era algo personal (eso para mí no era creíble), e indico que no me preocupara: que ella entrenaría a Rosa y le transferiría a Cliff los parámetros que él requería para programar y ajustar el software a nuestra planta. De esa manera logramos instalar en nuestra red el nuevo FCP.

Desde que dejo la prisión, el 11 de febrero de 1990, y bajo el eslogan “UNA MEJOR VIDA PARA TODOS”, Mandela se dedicó a utilizar su liderazgo tanto interno como internacional, para lograr un cambio pacífico de gobierno, lo que se logró el 10 de mayo de 1994 con su toma de posesión como el primer presidente de raza negra en la historia de Sudáfrica. Sin embargo él no consideraba esto el fin sino una herramienta más para su principal objetivo de construir la reconciliación nacional que permitiera la transición de un país gobernado por una minoría bajo las políticas del apartheid, a una nación democrática y multicultural, por lo que se aseguró que la población de raza blanca sudafricana fuera protegida y se sintiera parte de la «Nación del Arcoiris». Por tanto, se encargó de crear una coalición en su gabinete lo más heterogénea posible, que diera confianza a dicho sector.

Durante su gobierno enfatizó en el perdón y la reconciliación, ya que - según él mismo aseveraba - los «valientes no temen al perdón, si esto ayuda a fomentar la paz». Esto no fue fácil, el constante esfuerzo de Mandela por la reconciliación nacional disipó el temor de los ciudadanos de raza blanca, pero también le atrajo críticas de los militantes políticos más radicales de raza negra. De hecho, su esposa Winnie lo acusó de estar mas interesado en ganarse la voluntad de los blancos que en ayudar a los negros.

Mandela verificó la formación de la Comisión para la verdad y la reconciliación que desde febrero de 1996 hasta octubre de 1998 se encargó de investigar crímenes cometidos durante el régimen del apartheid tanto por el gobierno como por el CNA, el trabajo de la comisión fue un verdadero éxito, que en palabras de Mandela «había ayudado a dejar atrás el pasado para concentrarse en el presente y el futuro»


Entre los años 1999 y 2000, nuestro FCP – que trabajaba sobre una plataforma DOS - resultaba nuevamente obsoleto ya que nuestras computadoras y redes funcionaban en ambiente Windows y además la versión que teníamos presentaba importantes limitaciones para afrontar el Y2K. Por lo tanto, nuevamente nos comunicamos con nuestros colegas sudafricanos, y les solicitamos la nueva versión del software. De esta manera nuevamente Cliff el afrikáner regreso a San Francisco de Yare (esta vez solo). Con la evidente perspicacia y temor a cómo manejar la relación con nuestro personal (Rosa y un nuevo técnico llamado Javier al cual solo describiré como más que Kleurling), me correspondió trasladarlo en carro desde Caracas al Tuy, y al llegar a la planta, Cliff se dirigió prontamente a la oficina de Rosa, se acercó a su escritorio y la saludo con un beso en la mejilla – además le solicito su ayuda para comprarle un regalo a su esposa – luego se puso a trabajar con Javier a lo largo de todo el día, y al final de la tarde se acerco a mi oficina, se sentó frente al escritorio – como 7 años antes – abrió el maletín de su laptop, saco una bolsa y me obsequio un pequeño Leon de peluche que representaba a la nueva Sudáfrica, créanme que en ese instante quede impresionado por el gesto, pero pasaron muchos años hasta que logre entender la magnitud del mismo. Hoy finalmente logro entender el trabajo de Mandela, y le pido a Dios que nosotros los venezolanos podamos y sepamos construir también nuestra nueva Venezuela.

Gracias a “mi encuentro personal con Nelson Mandela” hoy siento que si podemos.

Nosotros, el Pueblo de Sudáfrica, declaramos para que todo nuestro país y el mundo sepan: Que Sudáfrica pertenece a todos los que habitamos en ella, negros y blancos, y que ningún gobierno puede reclamar autoridad con justicia, a menos que esté basado en la voluntad de todo el pueblo ... ...

Introducción de la Carta de Libertad






Pterodáctilo Ancestral / Caracas marzo 2016


11 comentarios:

  1. Excelente Juen Ro, Si Podemos Ignacio

    ResponderEliminar
  2. Excelente relato Juan, ojalá y todas las personas de nuestro pueblo pudieran tomar la actitud de Cliff, "La calidad de vida de un pueblo cambiará para bien en la medida que el pueblo cambie su cultura y salga del confort al que esta acostumbrado", la receta es sencilla: EDUCACION

    ResponderEliminar
  3. Muy amena la historia. El mensaje, un anhelo de muchos.

    ResponderEliminar
  4. Sencillamente me encantó 💕 MSR

    ResponderEliminar
  5. Mercedes, celebro que lo disfrutas leyéndolo, yo disfrute escribiéndolo

    ResponderEliminar
  6. Fenomenal hermanito! Excelentemente escrito. Un mensaje ejemplar y lleno de esperanza. Sí se puede!

    ResponderEliminar
  7. Muy bueno. Mucha calidad humana en todo el relato

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Alfonso Ermoli, celebro que lo disfrutaras, y si en todos los personajes de este relato se nota la humanidad

      Eliminar
  8. Excelente ejemplo del verdadero sentimiento del ser humano, amar y conciliar, nunca odiar ni guardar rencor

    ResponderEliminar