sábado, 12 de marzo de 2016

Misión Cumplida Jefe / nuestro adiós a Gilberto Mendoza

En aquellos años en que tuvimos responsabilidades institucionales con la ASV pudimos tratar y conocer en mayor o menor grado a cada uno de los Jefes Scouts del momento, de alguna manera tratamos con todos desde Luis Esteban y hasta Juan Rodrigo (de él hablaremos otro día). Entre todos ellos: con quienes mantuvimos la relación más larga, respetuosa, afectiva y sin duda fructífera fue con Rodolfo Moleiro y con Gilberto Mendoza. Y es interesante que viniendo nosotros de la base, y habiendo sido parte de los dirigentes técnicos, hubiéramos podido desarrollar esta relación con dos personas que tenían poco o nada que ver con esta área del escultismo. Y hoy cuando acompañados de nuestros hijos fuimos a darle un abrazo a Elena Mendoza y a despedirnos del querido Gilberto, creemos saber el porqué, y es que finalmente lo que más nos atrajo del escultismo, fue la capacidad de formar y desarrollar valores, y estos dos grandes del escultismo, fueron scouts desde siempre, fueron scouts aun antes de realizar su Promesa Scout, nuestros Principios fueron suyos antes de conocerlos, ellos ejemplarizaron nuestra Ley Scout cumpliéndola desde antes de prometer cumplirla.

Recordamos a Gilberto, como un ser amable y desprendido, quien disfrutaba y gustaba de compartir su felicidad, su suerte y sus dones con todos aquellos que lo rodeaban, nunca le conocimos egoísmo a este hombre que creía firmemente que la felicidad se traducía en hacer felices a los demás, y que la felicidad compartida es la mayor felicidad. 

Quisieron Las Moiras, que tuviéramos la inmensa suerte de que Gilberto Mendoza – The Boss como le decían en la AMB, o simplemente EL JEFE como le decíamos nosotros – liderara la ASV cuando a nosotros nos correspondía ejercer cargos institucionales a nivel nacional. Entre lo que más nos impresiono fue su continuo esfuerzo para ser amigo de todos, por respetar a todos, por ayudar a su prójimo en cualquier circunstancia. No les vamos a decir que Gilberto era un santo (que no lo era), pero sin duda supo desarrollar y utilizar su inmensa capacidad de hacerse querer y respetar para liderizar un movimiento como el nuestro, en que se congregan tantos caracteres diferentes. De esa manera Gilberto logro que cada uno de nosotros – sin dejar de remar su propia canoa – coadyuvara también a llevar a toda la institución hacia un norte común que él nos marcaba. Eso no fue fácil de entender y compartir para muchos de nosotros, pero El Jefe siempre estuvo atento, para acercarse con una sonrisa y un gesto, cuando alguno sentía que ya no valía la pena o cuando pensábamos que era demasiado difícil o complicado.

Y esa fue su fórmula secreta, su inmensa capacidad de liderazgo y conducción de grupos lo convirtió en un gran gerente, tanto en su querido El Palmar, como en la AMB, o en los scouts. Pero no hubiera sido suficiente sin su ingrediente secreto, Gilberto era una buena persona, y eso todos lo reconocíamos y respetábamos. Gilberto era capaz de acercarse y lograr que cada quien diera lo mejor, para el logro del bien común.

Aun recordamos – con mucha nostalgia – cuando decidió y nos informó en que roles quería que lo ayudáramos cada uno de nosotros, y contra lo esperado por muchos – y por nosotros mismos – llamo a Desiree y le encomendó la Región Metropolitana, mientras que a los pocos días, me encomendó a Juan Rodrigo la Dirección Nacional de Programa de Jóvenes, y de alguna manera cada uno fue feliz y eficiente con su encomienda. Y El Jefe no solo nos designó, sino que nos guio y acompaño en la labor, y jamás nos dejó solos. Gilberto fue nuestro líder, pero también fue parte de nuestros equipos, sumándose acompañando e impulsando nuestros proyectos, para hacerlos realidad. Y lo hizo con el mismo o con más entusiasmo que nosotros mostrábamos.

Por eso hoy al despedirlo podemos decir con seguridad: MISIÓN CUMPLIDA JEFE, hasta la vista Gilberto siempre te recordaremos con todo nuestro amor y cariño.
Gilberto, también fue un entusiasta Cuenta Cuentos, siempre tuvo el relato, la experiencia, el ejemplo de vida requerido para motivarnos, aleccionarnos e impulsarnos hacia el éxito de las metas trazadas. De ellos hoy recordamos el inicio de una difícil asamblea nacional en que nos dijo: Si tienes que comerse un sapo todos los días debes hacerlo muy temprano en la mañana. No pierdas el día pensando en cómo hacer o no hacerlo, no pierdas tiempo pensando en que saben mal, o en que no te gustan, SIMPLEMENTE HAZLO y el resto del día será muy sencillo. Piensa ¿Cuál es mi sapo?, y cómetelo. Come un sapo vivo al principio de la mañana, y ten la seguridad de que nada peor te ocurrirá durante el resto del día.

Misión Cumplida Jefe, estamos seguros que El Señor te tiene desde ya, en el campo del reposo y de la dicha en donde ha puesto su tienda junto a la nuestra, oramos por tu amada Elena, tus hijos y nietos, y por todos aquellos que te quisimos, que Dios no de la entereza para aceptar sus designios.

Misión Cumplida querido Gilberto, desde ya te extrañamos.
Desiree & Juan Rodrigo

Caracas, 12 de marzo de 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario