jueves, 24 de marzo de 2016

Baden Powell visto por Winston Churchill / "Grandes Contemporáneos", 1937

DENTRO DE LA MUY LIMITADA INFORMACIÓN QUE TENGO EL PRIVILEGIO DE CONOCER – ES QUE A MI ME PAGAN POR LO QUE SE, PORQUE SI ME PAGARAN “POR LO QUE NO SE” NO HABRÍA MAQUINA DE BILLETES QUE SE DIERA ABASTO – CONSIDERO QUE SIR WINSTON CHURCHILL SE ENCUENTRA ENTRE LOS PROTAGONISTAS MAS DESTACADOS E IMPRESCINDIBLES DEL REINO UNIDO DEL SIGLO XX (PARA MI: UNO DE LOS MAS IMPORTANTES FORJADORES DE LA SOCIEDAD OCCIDENTAL EN LA QUE NOS HA TOCADO VIVIR A TODOS AQUELLOS QUE NACIMOS EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO PASADO), DESTACADO POLÍTICO Y ESTADISTA, RESALTO COMO PRIMER MINISTRO BRITÁNICO EN PAR DE OCASIONES (1940-45 Y 1951-55), FUE UN MUY NOTORIO ORADOR (EN LA CÁMARA DE LOS COMUNES AUN RESUENAN SUS PALABRAS DEL 13 DE MAYO DE 1940: NO TENGO NADA MÁS QUE OFRECER QUE SANGRE, ESFUERZO, LÁGRIMAS Y SUDOR), ADEMÁS FUE: CORRESPONSAL DE GUERRA, OFICIAL DEL EJERCITO BRITÁNICO, HISTORIADOR, ESCRITOR Y ARTISTA.

COMO CORRESPONSAL DE GUERRA LE CORRESPONDIÓ ENTREVISTAR A NUESTRO BP INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE QUE FUERA LIBERADO DE MAFEKING Y LUEGO DE UN ASEDIO DE 217 DÍAS. MAS ADELANTE LO INCLUYO EN SU OBRA “GRANDES CONTEMPORÁNEOS” - DE DONDE TOMAMOS EL RELATO QUE HOY COMPARTIMOS - LO QUE SIEMPRE ME PARECIÓ RESALTANTE DE ESTE RELATO, ES QUE CHURCHILL NO DESTACO AL "HÉROE DE MAFEKING", NI NINGUNA DE SUS CARACTERÍSTICAS COMO MILITAR. SINO QUE RESALTO SU FACETA DE FUNDADOR DEL ESCULTISMO Y JEFE SCOUT MUNDIAL.

DE LA FECHA DEL DOCUMENTO  – 1937 –  QUIERO RESALTARLES TRES ASPECTOS : (a) FUE ESCRITO SOLO 30 AÑOS DESPUÉS DEL EXPERIMENTO DE BROWNSEA, Y POR LO TANTO IMPRESIONA LO QUE HABÍA LOGRADO BP EN TAN POCOS AÑOS, (b) EL AUTOR NO PODÍA SABER HASTA DONDE LLEGARÍA EL MOVIMIENTO, PERO EN SU CAPACIDAD DE ESTADISTA, PREVIA QUE MUY MUY LEJOS, (c) LA TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL TAMBIÉN ES MUY VIEJA, POR LO QUE MUCHOS TÉRMINOS NO SON LOS COMÚNMENTE UTILIZADOS EN EL ESCULTISMO MODERNO, PREFERÍ NO CAMBIARLOS PARA NO AFECTAR EL DOCUMENTO ORIGINAL, ESTOY SEGURO QUE TODOS SABREMOS ENCONTRAR EL TERMINO QUE APLICA EN CADA CASO. SIN MAS QUE DECIR, LES DEJO CON BADEN – POWELL VISTO POR WINSTON CHURCHILL…

Baden Powell visto por Winston Churchill
Del libro "Grandes Contemporáneos", 1937

Los tres más famosos generales que conocí en mi vida no ganaron ninguna batalla al enemigo extranjero. Sus nombres, empero, todos los cuales empiezan con "B", se han convertido para nosotros en términos familiares. Son los Generales Bootli, Botha y Baden-Powell. Al General Booth le debemos el Ejército de Salvación; al General Botha, la Unión Sudafricana, y al General Baden Powell, el movimiento de los Boy Scouts.

Dada la incertidumbre de este mundo, de nada podemos estar seguros; pero parece probable que de aquí a uno o doscientos años, o acaso más, estos tres monumentos que hemos visto erigirse en nuestros días seguirían proclamando la fama de sus fundadores, no en su testimonio silencioso de ronce o de piedra, sino como instituciones que guían y forman las vidas y los pensamientos de los hombres.

Recuerdo perfectamente la primera vez que vi al héroe de este artículo, ahora Lord Baden Powell. Yo había ido con mi equipo regimental a jugar la copa de Caballería en Meerut. Dábanse cita allí los círculos sociales y deportivos del Ejército ingles en la India. Por la noche celebrose ante numerosa concurrencia una función de "vaudeville" por aficionados. El rasgo principal de la fiesta lo constituía el animado número de canto y baile encomendado a un oficial de la guarnición, vistiendo el brillante uniforme de los húsares austríacos, y a una bella dama. Ocupando, entre otros jóvenes oficiales, una butaca de orquesta, me causó sorpresa lo excelente de la representación que podría competir con ventaja con la de cualquiera de nuestros teatros de variedades. Me dijeron: "Ese es B.-P. ¡Un hombre extraordinario! Gano la copa Kadir; tiene muchos años de servicio activo. Hablan y no acaban sus méritos como militar; ¡pero no deja de ser chocante ver a un oficial antiguo moviendo las piernas de esa manera ante tantos subalternos!"

Tuve la suerte de trabar conocimiento con esta celebridad de varias facetas antes de que terminase el torneo de polo.

Pasaron tres años antes de que lo volviera a ver. El escenario y la ocasión eran totalmente distinto. El Ejercito de Lord Roberts acababa de entrar en Pretoria, y el General Baden PoweIl, que acababa de ser liberado en Mafeking después de un asedio de 217 días, recorría a caballo doscientas o trescientas millas desde el oeste del Transval para presentarse al General en Jefe y darle cuenta de su gestión, Estime interesante el tener una entrevista con él a fin de poder proporcionar al "Morning Post" un relato autentico de su famosa defensa. Cabalgamos juntos durante una hora por lo menos, y cuando por fin se decidió a hablar, fue mágico. Me conmovía su relato, y el gozaba al referirlo. No puedo recordar los detalles, pero mi telegrama debió de haber llenado casi una columna. Antes de expedirlo se lo enseñé. Él lo leyó con reconcentrada atención y con ciertas muestras de embarazo, pero, al terminar y devolvérmelo, me dijo sonriente "Hablar con usted es lo mismo que hablarle a un fonógrafo." Y no puedo por menos de reconocer que yo también me sentí complacido.

En aquellos días la fama de B.-P. como soldado eclipsaba casi todas las reputaciones populares. El otro B. P. -- Britisb Public (el público británico)-- lo contemplaba como el héroe culminante de la Guerra, y, riéndose de los triunfos de los grandes y bien organizados ejércitos ingleses contra los campesinos boers, no podían dejar de aplaudir la larga, obstinada, animosa defensa de Mafeking, encomendada escasamente a ochocientos hombres, contra las fuerzas sitiadoras constituidas por un número diez o doce veces superior.

Nadie hubiese creído nunca que Mafeking resistiría la mitad del tiempo. Por unas doce veces consecutivas, la nación, vigilante, mientras el sitio se prolongaba, había surgido de la incertidumbre y el desaliento a la esperanza otras tantas veces renovada, para volver de nuevo a caer en el temor. Millones de personas que no podían seguir con precisión y detalle los principales acontecimientos de la guerra perseguían diariamente en la Prensa los azares de los sitiados de Mafeking, y cuando por fin los periódicos lanzaron a todo el mundo la noticia de su liberación, las muchedumbres hicieron imposible el paso por las calles de Londres, y las oleadas del más puro patriotismo pazguato se precipitaron en tal inundación de delirante, infantil y desenfrenado jubilo como jamás pudo verse hasta la noche del Armisticio, en noviembre de 1918. La noche famosa de Mafeking mantiene insuperada la marca. Entonces las multitudes no se conmovían por los estragos de la guerra. Experimentaban el mismo frenesí regocijado y frívolo de los espectadores de un gran acontecimiento deportivo. En 1918 los sentimientos de alivio y de congratulación se sobreponían al júbilo. Todos llevaban en sus corazones las huellas de los sufrimientos pasados. Había demasiados fantasmas por las calles después de Armagedón.

Causo extrañeza el ver como B. P. iba desapareciendo de la jerarquía militar una vez que la Guerra Sudafricana termino. Ocupo algunos cargos distinguidos, aunque de importancia secundaria; pero todos los puestos culminantes y pingues fueron repartidos entre hombres cuyas hazañas no trascendían de los círculos militares y cuyos nombres jamás habían recibido la recompensa del aplauso popular.

Sin duda, Whitehall se dolía de las aclamaciones desproporcionadas que las masas habían acumulado sobre una sola figura. ¿No había algo de "teatral", de "no profesional" en una persona que suscita el entusiasmo innato del hombre de la calle?

La versatilidad engendra siempre cierta desconfianza en las esferas militares. Las voces de la murmuración y de la envidia profesionales hablaban del como el protomedicato hablaría de las curaciones indudables realizadas por un Curandero. De todos modos, la brillante fusión de la fortuna y del éxito fue pronto oscurecida por una niebla helada, a través de la cual el sol lucia, pero con pálido y mortecino rayo. Los caprichos de la fortuna son incalculables; incontables sus métodos. A veces, cuanto más huraña y desdeñosa se presenta es cuando está preparando sus más sorprendentes dones. ¡Qué suerte fue para B.P. el no verse situado, en los primeros años del siglo, en el centro de la corriente de los asuntos militares, y absorbido por aquellos arduos y secretos preparativos que finalizaron llevando al ejercito expedicionario ingles a desplegarse en batalla en Mons! ¡Qué suerte para él, y que suerte para todos nosotros! A elIo debe su fama perennemente renovada, su oportunidad de prestar servicios personales del más duradero carácter; y a ello debemos nosotros una institución y una inspiración típicamente británicas, esencias puras de su genio, encaminadas a unir en un lazo de camaradería no solo a toda la juventud del mundo de lengua inglesa, sino de casi todas las tierras y pueblos bajo el Sol.

Fue en 1907 cuando B.P. planto su primer campo para enseñar a los chicos el arte de explorar los bosques y la disciplina de la vida de descubierta. Veintiún niños de todas clases, desde el Este extremo de Londres hasta Eton Harrow. Alzaron sus pequeñas tiendas en la isla de Brownsea en el Dorsetshire. De este modesto comienzo surgió el movimiento mundial de los "boy scouts" y "girl guides", constantemente renovado en el transcurso de los años, hasta alcanzar hoy una fuerza que excede muy bien de dos millones de afiliados.

En 1908, el Explorador Jefe, como él se llamaba, publico su libro "Scouting for Boys". Suscita en todos el sentido de aventura y el amor a la vida al aire libre que es tan fuerte en la infancia. Pero, sobre todo, excita esos sentimientos de caballerosidad, y esa corrección y empeño en el juego, sea serio o frívolo, que constituyen la parte más interesante del sistema de educación británica. El éxito fue inmediato y trascendental. El sencillo uniforme, calzón kaki y camisa --al alcance de los más pobres-- fue tomado del antiguo cuerpo de ejército del general Baden Powell. El sombrero fue el famoso sombrero, con las alas planas y la copa apuntada en pellizco, que había usado en Mafeking. El lema "Estad prontos" (Be Prepared) estaba formado por sus iniciales. Casi inmediatamente vimos en los días de fiesta, por los caminos de Britania, pequeñas tropas y patrullas de exploradores, grandes y chicos, bordón en mano, avanzando animosos, empujando su pequeño carrito de mano con su cantimplora y su equipo de campaña hacia los bosques y terrenos acotados que su ejemplar conducta rápidamente les franqueo. Inmediatamente brillaban los fuegos del vivac de un vasto ejército, cuyas filas nunca estarán desiertas y cuya marcha no acabara jamás mientras fluya sangre roja por las venas de la mocedad.

Es difícil encarecer la salud mental y moral que reporto a nuestra patria esta sencilla y profunda concepción. En aquellos pasados días el lema "Estad prontos" tuvo un especial significado para nuestro país. Los que avizoraban la proximidad de una gran guerra acogieron con simpatía el despertar de la adolescencia inglesa. Y nadie, ni siquiera los más resueltos pacifistas, pudo sentirse alarmado; porque el movimiento no era de carácter militarista, y hasta los más ásperos y malhumorados críticos vieron en él un medio de disipar los humos juveniles.

EI éxito de este movimiento en Inglaterra llevo a su imitación en otros muchos países, especialmente en Alemania. También allí las pequeñas tropas empezaron a marchar por los caminos, medio atrancados por las legiones. La Gran Guerra azoto al mundo.

Los exploradores desempeñaron su papel. Su aguda mirada se unió a la de los centinelas de la costa; y en las incursiones aéreas pudimos presenciar el espectáculo de niños de doce y catorce años desempeñando con perfecta frialdad y compostura las útiles funciones que se les asignaban en las calles y en las oficinas públicas.

Muchas instituciones venerables y muchos famosos regímenes, honrados por los hombres, perecieron en la tormenta; pero el movimiento de los Boy Scouts sobrevivió. Sobrevivió no solo a la Gran Guerra sino a las torpezas de la postguerra. Mientras tantos elementos de la vida y del espíritu de las naciones parecían sumidos en el estupor, aquel florecía y crecía incesantemente. Su lema adquiere nueva significación nacional a medida que los años pasan sobre nuestra isla. Lleva a todos los corazones su mensaje de honor y deber: "estad prontos" a erguiros en defensa del Derecho y de la Verdad, sean como quieran los vientos que azoten.

Recibido por la lista scouts-es, enviado por Jose Luis Garcia

Compartido por
Pterodáctilo Ancestral

marzo de 2016



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