jueves, 23 de junio de 2016

La Mesa Italiana / «un equipo cero estrellas, repleto de héroes»

Hoy les comparto una crónica/reflexión que escribí hace más de 10 años para utilizarlo como Motivación Inicial en un conversatorio sobre el Sistema de Patrullas al que me invitaron. Al releerlo, lo considere extraordinariamente oportuno y pertinente para esta época en que nos corresponde remangarnos y aprestarnos para iniciar a reconstruir a nuestra querida y maltrecha Venezuela. Siempre considere que la comparación – y el mismo relato - era algo cruda y desgarrada o al menos muy forzada, pero creo que el mensaje continúa siendo válido y adecuado, para esta época que nos exige a todos y cada uno cumplir con nuestra responsabilidad. Parafraseare a los Angelinos de Anaheim del 2002 y su Rally Monkey: «hoy requerimos formar un equipo con cero estrellas, pero repleto de héroes».

Les comparto entonces:

LA MESA ITALIANA
«un equipo cero estrellas, pero repleto de héroes»

En los años que tengo ejerciendo la ingeniería, siempre me a tocado trabajar con italianos, de ellos recuerdo especialmente a un señor mayor llamado Giuseppe al cual le toco vivir a entre sus 17 y 20 años la ocupación alemana de la ciudad de Roma durante la II Guerra Mundial.

Giuseppe siempre tenía en la boca una historia que se adaptaban perfectamente a las situaciones que estabamos viviendo. Un día en que estabamos revisando porque el personal de mantenimiento que teníamos en la planta no se daba abasto nos contó la siguiente:

«Después de la muerte del Duce, al final de la guerra», nos contó «La mayoría de los jóvenes romanos nos unimos a la resistencia, ya que sentíamos que lo que estaba sucediendo era una invasión de nuestra Patria por parte de los Alemanes. Pero las fuerzas de ocupación normalmente buscaban italianos para que los ayudaran con los trabajos que ellos no querían hacer en los cuarteles.

Una mañana estaba paseando con unos amigos, cuando una patrulla nos intercepto y nos llevo a una casa en donde se estaba instalando un nuevo cuartel de la SS. A medio día ya éramos unas 50 personas las que estabamos: moviendo muebles, pintando, cargando equipos y realizando otra serie de labores para dejar lista la instalación.

En el sótano de la casona había una pesada mesa de hierro, que el sargento quería mover a la habitación principal, unos 10 de nosotros nos pusimos alrededor de la mesa pero nos fue imposible moverla, luego el sargento busco a algunos más e intentamos nuevamente mover el pesado mueble sin ningún efecto. Gritando maldiciones el suboficial, busco nuevamente a otros italianos hasta llegar a un total de 20, que nos distribuimos alrededor de la mesa para intentar moverla, teniendo el mismo resultado de las anteriores veces.

En eso se presento en la habitación un oficial de la SS y observo lo que estaba sucediendo. Ordeno que todos nos separáramos de la mesa y luego eligió a 4 de nosotros y los mando a colocar en cada una de las esquinas de la mesa, luego dijo: “Ahora cada uno de Ustedes es el único responsable de su esquina y todas ellas deben levantarse”. Inmediatamente, al no poder esconderse dentro de la “multitud”, cada uno de los designados levanto la mesa y la comenzó a mover.
El oficial entonces le dijo a su subordinado: “Estos para que aprendas, lo que no se pudo hacer entre 20 sin responsabilidad se logro entre 4 con compromisos claros y específicos. No hay duda de que el miedo influyo en el resultado de la operación, pero seguramente el que cada uno tuviera bien definida su responsabilidad se tradujo directamente en el logro de los objetivos trazados”»

Pterodáctilo Ancestral
Escrito en la 1ra década del siglo XXI

Compartida en junio 2016

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