¿Quién me formo como scout?, es una pregunta sobre la que he
pensado mucho, por lo que no se me hace muy difícil de contestar…
Los cimientos existieron desde siempre, ya que Dios nos dio a mis
hermanos y a mí la suerte de nacer de unos padres repletos de valores y
principios, por lo que crecimos rodeados del permanente ejemplo que ellos día a
día nos dieron, esto fortaleció nuestra autoformación como hombre y mujeres de
bien, y a mí en particular me facilito mi crecimiento como scout.
Cimientos que se fortalecieron con los Salesianos de Don Bosco desde
1968 a 1981, trece años de vivencia permanente del método preventivo de Don Bosco
– «aquí hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres», le dijo Juan
Bosco a Domingo Savio – método muy parecido al de nuestro
BP, y en nuestro caso particular aplicado por grandes educadores, entre muchos resalto a: Don Antonio, Lydia Flores, Josefa de Arma, Barreto, Escalona, Vilchez, Arcángel Gamba – hasta aquí la primaria – Pedro Izquierdo, Manuel Izquierdo, Moisés Consoni,
Miguel Delgado, Gotzon, Jaime Garcia, Luis Andreani, estos dos últimos habían
hecho su Promesa Scout, y la vivían a plenitud. Trece años donde los valores se
respiraban desde los patios del recreo, rodeados de maestros a tiempo completo y de los mejores
amigos que dios me pudo dar, hoy 35 años después de nuestra graduación solo
digo: gracias a Don Bosco y a Maria Auxiliadora por los amigos que me dieron (no, no los voy a nombrar todos, no insistan).
Pero además de mis cinco hermanos de sangre y de mis hermanos del
Don Bosco, un sábado de septiembre de 1974, la Providencia – y mi primo Dionisio
– me llevaron a la tropa del Grupo Scout San Cayetano #26 de la Entidad Miranda
y allí conocí a otros compañeros para mi Camino Hacia Los Bosques: Silverio Roget
mi jefe de tropa, el resto de los dirigentes del grupo, los scouts de toda la
tropa y muy especialmente mi querida patrulla Tigres. Algún día tendré que escribir
sobre las vivencias con: Dionisio Martín, Denis Piccinato, Rudi Boaretto,
Rodolfo Marquina, Manuel Eduardo, Gianni Lodi, Ricardo RiCKY Contreras, y otros
de los que hoy no me llega el nombre a la mente, pero si al corazón, muchas
gracias queridos hermanos.
En paralelo pertenecíamos al Gran Distrito “C” – formado por los
grupos Titanic, Domingo Sabio y Murachi – rebosante de espíritu scout con
Rafael “FELO” Liy, Ricardo Rodríguez, Gustavo Ochoa, Jose Ignacio Aponte,
Carlos Díaz Chuecos, entre otros.
los Tigres en la cima del cielo |
En mi trabajo institucional en la Región Metropolitana y en el
Nivel Nacional todos los días aprendí de grandes scouts, imposible de
nombrarlos a todos, intente hacer una lista tipo sumario, pero fue imposible ya
que siempre dejaba a muchos afuera, por lo que prefiero hacer la lista solo en
mi corazón y cada uno de ustedes saben lo que les debo
Pero si quiero comentar lo que hoy llamo “LA TIENDA PARA
DIRIGENTES DE TROPA”, una fuente de aprendizaje continuo y permanente, nuestra
nunca suficientemente bien ponderada Comisión de Actividades de Tropa de la
Entidad Miranda, la muy querida CAT. Esta comisión duro muchos años, y por lo tanto, es imposible que yo nombre a todos los que estuvieron en algún momento en ella, pero del periodo, en que me toco participar y dirigir a la CAT, recuerdo a: Felo Liy, Ricardo Rodríguez, Ricky Coppola,
Gustavo Ochoa, Aesis EL CHINO Villamil, Arnaldo Belfort, Alvaro Mazzaglia, Rafael Vargas, Charo Borrás, Norberto Puy Arena, José Ignacio
Aponte, José Rafael Arzola, José Luis Rada, Cruz Alfredo Hernandez, Alexis
Armas, Pedro Vallejo, José RASTRERO Urdaneta, Poit Dexter (disculpen no recuerdo su nombre, pero no lo quiero dejar afuera), Mario Arribas, Carlos Carrasquel,
Cesar Caraballo, Rafael Urribarri, Luis TITO, Leonardo Gomez, Rudi IMPULSE Boaretto,
José PING PONG Rojas, Profeta Rojas, Hernan Moreno, Carlos Iglesias, Antonio EL
NEGRO Moros, Carlos Briceño, Jorge
Machado, Erick Vondrak, Ignacio Urizarbarrena, Allam Mombrun,
Leonardo Aranguren, y otros muchos buenos amigos de recorrido que sabrán
disculpar mi falta de memoria.
Todas las semanas, nos reuníamos a: programar las actividades de
entidad, compartir las recientes experiencias de cada una de nuestras tropas, intercambiar
sitios para excursiones y campamentos, conversar sobre diferentes tópicos del
escultismo entre nosotros (y muchas veces acompañados por invitados como: Luigi
GINO Luongo, Pablo Massis, Simón Villanueva, Tomas Flores, entre otros), compartir nuestros “cuadernos de Insignia de Madera”, lecturas
compartidas de literatura scout (por allí pasaron: Escultismo para Muchachos, El Sistema de Patrullas, El Gran Juego, Las dos Vidas de un Héroe, La Declaración del Palmar,
entre otros). Con nostalgia recuerdo que fue una época en que disfrutamos muchísimo de ser scouts a tiempo completo.
Como era de esperar en una reunión de formadores de líderes, debían
existir líderes y nacer liderazgos – la palabra idiota empezó usándose para un
ciudadano privado y egoísta que no se ocupaba de los asuntos públicos, al que
no le interesaba la política – por lo que en nuestra Comisión de Actividades de
Tropa (y en general todas las buenas comisiones de unidad a nivel nacional) “también” se conversaba sobre la política de nuestra institución y
el rumbo que creíamos debía tener, siempre he creido que por esta razón en el cambio de la estructura
de fin del siglo pasado, se eliminaron esta y todas las comisiones de unidad, perdiéndose
un valiosísimo espacio de formación y crecimiento de la institución.
De la riquísima e interesante época que nos tocó vivir y liderar la
CAT, recuerdo uno de los más queridos proyectos de Felo: El MAULLIDO – una
publicación mensual tipo tríptico – no existía internet – que pretendía mantener
en contacto a todas las tropas de la entidad. Cuando me correspondió ser asesor
de actividades de tropa, designamos a Gustavo Ochoa como editor y el me pidió
una columna mensual, allí nacieron: «Me lo Contaron Alrededor del Fuego» y mi
gusto por escribir. Una de las primeras publicaciones, fue una adaptación libre
de «Se venden semillas, no frutos» publicado por Anthony de Mello en la Oración
de la Rana, sin más les comparto mí:
« TIENDA PARA JEFES DE TROPA
»
Un Jefe de Tropa soñó que
entraba en una tienda recién inaugurada en el Centro Comercial de su
urbanización y, para su sorpresa, descubrió que Dios se encontraba tras el
mostrador.
– ¿Qué vendes
aquí? – le pregunto
– Todo lo que tu
corazón desee – respondió
Dios
Sin atreverse casi a creer
lo que estaba oyendo, el Jefe de Tropa se decidió a pedir lo mejor que una
persona de su cargo podría desear:
– Deseo ser
Honorable, Leal, Servicial, Trabajador y Perseverante, Puro y Cortes; Deseo
aprender a dar y recibir Amistad, a Sonreír y Cantar en mis dificultades y a
Obedecer según lo indicado en mis Principios. Y finalmente deseo apreciar tu
obra, cuidarla y respetarla
Y luego, tras un instante de
vacilación, añadió:
– Y lo deseo, no
solo para mí, sino para todo los Scouts de mi Tropa
Dios se sonrió y dijo:
– Creo, hijo, que no me has comprendido. Aquí no
vendemos frutos. Únicamente vendemos semillas. Tu deber será sembrarlas,
regarlas y cultivarlas para conseguir los frutos
Pterodáctilo Ancestral
para El Maullido de CAT
Adaptación
libre de:
“Se venden
semillas, no frutos”
«La Oración
de la Rana»
Volumen I -
Pagina 139
por Anthony
de Mello
Editorial
SAL TERRAE – 1988
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