miércoles, 20 de abril de 2016

100 ó 1500


dedicado a Rodrigo Javier, quien disfruto mucho leyendo los borradores
abril 2016


estatua de Roger Bannister e John Landy
Conmemorando la carrera de 1.500 m del 07/ago/1954
Juegos de la Commonwealth Vancouver Canada
Cuando faltaban menos de treinta minutos para la salida, le avisaron que Fernando estaba indispuesto, por lo que no podría participar en la carrera, y en consecuencia las autoridades del Distrito lo habían incluido a él como suplente. A la hora fijada el juez de carrera dio la partida y los doce corredores partieron a dar las casi cuatro vueltas al ovalo, representaban a los seis distritos de la entidad miranda y aunque ninguno era atleta de alta competencia, todos se tomaban la carrera con la mayor responsabilidad posible.


Los dos “atletas” del Distrito C no podían ser más dispares: Frank eran un corredor de fondo que gustaba de las largas distancias, y aunque tampoco podía ser considerado un atleta de alta competencia, si era un deportista nato, que hacia arte marciales con regularidad y practicaba subiendo una o dos veces por semana por desde la Romulo Gallegos en El Marques – vía La Julia – hasta La Silla de Caracas, había clasificado para el Medio Maratón del Domingo y para estos 1.500 m planos, y todos en el Distrito daban su triunfo como un hecho ya consumado. Juan por su parte disfrutaba más de las carreras de velocidad, su capacidad era innata pero no entrenaba de manera organizada ni regular, había clasificado de primero en el Distrito para los 100 m y correría esa prueba más el relevo de 4 x 100 m, en las pruebas clasificatorias distritales había quedado por delante de un corredor más desordenado, al que apodaban simplemente “LA BICHA”.


Para la mayoría este era su bautizo corriendo en un estadio de verdad, por lo que sintieron una inmensa emoción al culminar los primeros doscientos metros e iniciar el primero de los cuatro pases que debía hacer frente a la tribuna principal del Brigido Iriarte, los gritos y la algarabía de la tribuna a medio llenar servía de adrenalina y de alguna manera suplía la falta de entrenamiento, estrategia y condiciones. Ya para ese momento Frank había asumido con gran facilidad el liderazgo de la carrera y Juan se encontraba en los puestos intermedios.


Para la prueba de los 1.500 m no se habían realizado pruebas clasificatorias, el Distrito había designado como representantes a Frank y a su amigo Fernando (la verdad era que teniendo a Frank, el segundo les importaba muy poco). Para las pruebas de velocidad sin embargo, existían tantos candidatos, que se requirió programar un sistema de eliminatorias. En una larga calle de El Marqués, el Distrito organizo tres carreras eliminatorias con diez corredores en cada una, para la final pasarían los tres primeros de cada “manga” más el mejor cuarto. Los dos mejores de la final representarían el Distrito en el Brigido Iriarte de El Paraíso.


Al culminar la recta frente a la tribuna y los primeros trescientos metros, Juan se sentía más cansado de lo esperado, la falta de entrenamiento para medio fondo – y para el atletismo en general – pasaba factura. Sin embargo no era cuestión de hacer el ridículo y buscaba mantenerse entre los puestos intermedios, en ese momento corría dentro de un compacto grupo, que incluía desde el cuarto al octavo corredor. Los líderes se habían distanciado, y para él ya no contaban.


El día fue muy largo, en aquella calle de El Marqués en la que el Distrito hacia sus eliminatorias, Juan había ganado con evidente facilidad su eliminatoria, seguido de dos corredores del Barrio San Miguel de la Av. Sanz, “LA BICHA” llego de cuarto y quedo a la espera de lo que pudiera suceder en las otras eliminatorias. No fue sino hasta el final de la tarde, cuando se culminaron las tres eliminatorias, y “LA BICHA” había quedado como el segundo mejor cuarto (aquí se complica la explicación), y por lo tanto no clasificaba a la final. Sin embargo, cuando llamaron para la final, el corredor con el mejor tercer tiempo había sido vencido por el hambre y se había corrido a La Urbina a comerse unos «asquerositos», por lo que los organizadores llamaron a “LA BICHA” para completar la decena de corredores. A Juan le toco el “quinto carril” de la improvisada pista de asfalto, mientras que “LA BICHA, como comodín corría por el “primer carril”, dieron la salida y Juan llego de primero con incuestionable facilidad, sin embargo – debido a lo precario de los instrumentos – “los jueces” no podían definir quien había llegado de segundo entre los corredores del “primer y sexto carril”. Luego de un rato de deliberación, y antes la absoluta imposibilidad de ver la repetición, los jueces decidieron correr una carrera de desempate, sin embargo para rematar aquella improvisada y tropical olimpiada, el corredor de los «asquerositos» había regresado a “el estadio” y acaloradamente reclamaba su «incuestionable derecho» a participar en aquella carrera de desempate.  


Al llegar, por segunda vez a la recta principal, el compacto grupo se había desintegrado y ahora corrían en una larga fila, distanciándose unos diez metros entre cada uno de ellos. Juan se había posicionado de tercero en el pelotón y se resignaba a llegar de sexto en la general. Con esa distribución pasaron frente a la tribuna, pero subiéndose en lo gritos y la emoción de las gradas, Juan apunto y alcanzo al corredor que tenía adelante y al finalizar la recta corría muy pocos centímetros detrás.


En vista de la hora: «la falta de luz y el cansancio general de los organizadores, tomaron la decisión», y se acordó hacer una carrera de desempate entre los tres aspirantes: los dos que empataron la final más el de los «asquerositos», este último indudable malogrado por la ida y vuelta hasta La Urbina y el par de PEPSI – COLAS con que acompaño el almuerzo, no conto mucho, la carrera fue entre los otros dos aspirantes y finalmente “LA BICHA” se adueñó de la vacante para representar al Distrito en la final.


En esa posición se completaron el kilómetro, por lo que al llegar por tercera vez a la recta de la tribuna, Juan se había resignado al quinto o sexto puesto, pero entonces paso algo totalmente imprevisto: escucho que desde adentro de la grama del Brigido Iriarte lo alentaban a correr más duro, levanto la cabeza y observo a Frank quien: fuera de la cancha y con una expresión de evidente cansancio, lo incitaba a correr más rápido. Eso sin duda que no estaba en el libreto, Juan estuvo tentado a pararse y averiguar que le había pasado a su compañero para abandonar de la carrera, pero advirtió que faltando aun quinientos él era el único representante del Distrito en competencia y para ellos era impensable que ninguno quedara en el podio, por lo que levanto la vista y para ubicar y designar a los otros corredores, los nuevos primero y segundo ya habían entrado en la recta de atrás, por lo que le llevaban más de doscientos metros de ventaja, sin embargo el tercero aun no salía de la recta de las tribunas y al cuarto lo tenía al lado, la adrenalina y los gritos los llevaron a definir que debía quedar de tercero.


Ya en el Brigido la eliminatoria de los 100 m se programó en cinco mangas, en cada una clasificarían dos corredores para la final. Juan y “LA BICHA” quedaron asignados a la 3ra manga, Juan fue asignado al 4to carril y su compañero nuevamente al carril interno, el más alejado de la tribuna, La carrera se desarrolló sin mayores contratiempos para ellos, Juan volvió a ganar y ambos clasificaron para la final.


Juan acelero el paso y, con una capacidad que no conocía, antes de terminar la recta principal logro superar al corredor que tenía a su lado, posicionándose como cuarto. Ahora un solo corredor lo separaba de su nueva meta de subir al podio, lo tenía a la vista a menos de cincuenta metros, a su derecha aun escuchaba el griterío de las gradas, a su izquierda a Frank que luego de abandonar la carrera le gritaba que acelerara. Poco a poco, cambio el paso de medio fondo que estaba utilizando, por el de pruebas de velocidad que le era más natural, y cuando entraron a la última curva, ya estaba había dado alcance al tercero, este se dio cuenta y dio el resto. Al entrar por última vez a la recta frente a las gradas, los dos corredores estaban “cabeza a cabeza”, ambos sudaban adrenalina y hacían una carrera que difícilmente alguno de ellos podría repetir. Las tribunas no lograban determinar quién sacaba ventaja, y los últimos segundos duraron siglos. Finalmente cruzaron la meta casi simultáneamente, pero no había dudas Juan lo logro y paso primero, de manera asombrosa subiría al podio de la carrera más difícil del atletismo, los 1.500 m.


Juan se sentía sumamente confiado, a lo largo de las eliminatoria él había demostrado ser el más rápido entre los diez corredores que participarían de la final, además correría en el quinto carril con todas las ventajas consiguientes. Los corredores se colocaron en sus puestos, todo era tensión, y justo antes de que el juez diera la salida el corredor del cuarto carril, salió en falso provocando que todos los participantes arrancaran. El juez de carrera declaro la salida nula y ordeno a todos regresar a sus puestos. Nuevamente se dispusieron los corredores, y ahora si el juez de carrera dio la salida, poco menos de 13” duro la carrera, y ante la estupor de todos y especialmente el de él y su compañero de Distrito, el ganador fue “LA BICHA”, quedando Juan relegado al segundo lugar. Y aunque “había que celebrar” que se habían conseguido los dos primeros lugares, para él este triunfo tenía un sabor muy agridulce.


Juan estaba eufórico: luego del “fracaso” de la mañana en los 100 m, había logrado “colarse” en el podio de los 1.500 m y en su mente una de bronce mas una de plata casi equivalian por una de oro. Frank se acercó y lo felicito, le dijo que había hecho una gran carrera, que estaba todos estaban muy orgullosos y que “casi había logrado subir al podio”. ¿Casi? de que hablaba este tipo, y allí antes sus ojos la amarga realidad se hizo clara al entender, que cuando había visto a Frank animándolo desde el borde de la pista no había sido por abandono, sino porque Frank ya había ganado la carrera.


Pterodáctilo Ancestral
Abril – 2016

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