miércoles, 11 de enero de 2017

Treinta y Dos, Ultimo, y Siempre Listo / IMT para toda la Tropa San Cayetano


El clímax de mi capacitación como dirigente scout fue el año 1990. Para esos lejanos años del fin del Siglo XX el Nivel III se dividía en tres etapas: el Cuaderno, el Curso y la Observación.

Con ayuda de mis compañeros de la Comisión de Actividades de Tropa y sobretodo de Desiree (aun éramos novios), escribí y termine mi cuaderno para entregarlo al entrar al curso que se realizó durante la Semana Santa de ese año, de esa manera aprobé de manera paralela el cuaderno y el curso, por lo que el lunes 16 de abril de 1990 – después de la Semana Santa – solo me faltaba la observación para obtener mi insignia de madera en tropa.

A las pocas semanas la Dirección Nacional designo a Simón Villanueva como mi observador, y quede a la espera del inicio de la misma. Simón me convoco para un miércoles al salir de la reunión de La Comisión de Actividades de Tropa (CAT), que por esa época realizábamos en Chacao.

Simón llego durante la actividad de CAT y se sentó entre nosotros, al terminar, nos reunimos y teniendo el registro, el cuadro de metas y el cuadro de adelanto de la Tropa San Cayetano en la mano me dijo:

-      Juan conozco tu trayectoria como Jefe de Tropa y como Asesor de La Comisión de Actividades de Tropa de la Entidad Miranda, por eso creo que la observación será bastante corta. Sin embargo, veo aquí en el registro que no tienes 32 scouts registrados. Cuando los tengas me llamas e iniciamos la observación, que será a esos 32 scouts y no a ti.


Excusión de Los Pterodáctilos al Embalse de Agua Fría en 1990
De izquierda a derecha los GP y Scouts de Bolívar
Rodrigo (Águilas), Ernesto (Tigres) y Diego (Búfalos)
Cuando me recupere del golpe (muchísimo más tarde en la noche), comencé a pensar en cómo afrontar estos retos, para eso organice una excursión con los Pterodáctilos a el Embalse de Agua Fria y les explique la situación indicándoles qué en resumen no se trataba de mi observación sino de la NUESTRA. De esa manera ellos acordaron que cada una de las patrulla dispondría de dos scouts para la nueva que se requería, y entre todos designamos a Julio Rosas como Guía de esa nueva Patrulla, (y esta selección requiere que abra un paréntesis muy especial: Julio era uno de los scouts más “jodedores” de la tropa, siempre tenía un chiste en la boca, siempre estaba presto a una broma: muchas de ellas muy pesadas e impertinentes, parecía que no podía tomarse nada en serio, ni que podría capitanear un proyecto como ese. Pero sus compañeros del Consejo de Tropa supieron identificar en él las capacidades, aptitudes y actitudes necesarias para afrontar la tarea de liderar a esa cuarta patrulla, y fue una muy grata sorpresa ver como fue capaz de hacer la tarea de la manera más exitosa posible. Y sin más que decir al respecto, aquí cerramos este paréntesis).

en primer plano con gorra
Julio Rosas - Caballero Scout
el día de su pase al Clan
en el embalse de Agua Fria 
A partir de allí Julio se dedicó con entusiasmo a elegir y comprometer a sus "otros elegibles", pero aun así la propuesta de transformar águilas, búfalos y tigres no fue nada fácil y la primera semana en que llegaron Los Caimanes (ese fue el nombre que Julio&Co. le dieron a su nueva patrulla), se formaron con los cuatro scouts finalmente elegidos en el DRAF mas un novicio, por lo que en su primera reunión solo tenían cinco Caimanes. Pero a partir de allí, las cuatro patrullas hicieron un ciclope esfuerzo para reponer a los scouts cedidos y seguir creciendo, y en ocho o nueve semanas ya teníamos una tropa de treinta y dos scouts promesados que asistían sábado a sábado, y para sorpresa de propios y extraños Los Noveles Caimanes habían logrado colarse en la premiación del Juego Amplio del XIX Aniversario de Grupo, por lo que ahora solo tocaba invitar a Simón a iniciar la observación.

En vista de que ya habían pasado el Cordonazo de San Francisco (fenómeno atmosférico que “decreta” el fin de las lluvias en Venezuela), acordamos realizar un Concurso de Cocina en Horno y Mesa de Altar en el Local de Grupo, cada patrulla debía: (i) buscar la materiales, (ii) construir su mesa y su horno, (iii) ambientar el rincón de patrulla de acuerdo al menú y finalmente (iv) cocinar. Cuadramos la fecha de la actividad e invitamos a Simón.

Y así sin darnos cuenta finalmente llego la semana de la actividad, las patrullas estaban bien entusiasmadas y organizadas, la cita era para que se reunieran a partir de las 7:30am en el local para que construyeran sus hornos, sus mesas y ambientaran sus rincones, y que iniciaran a cocinar a partir de las 12:00pm, pero dos acontecimientos imprevistos se confabularon para enrarecer la actividad: desde el viernes al medio día comenzó a llover torrencialmente sobre Caracas, la lluvia duro toda la noche y continuo aun a lo largo del día sábado, y adicionalmente el viernes en la tarde mi jefe me indico que debíamos trabajar durante la mañana del sábado.

Pase por el local del grupo el sábado alrededor de las siete y me conseguí con los GP y algunos scouts que se estaban concentrando bajo el único techo que existía en el parque, me acerque a ellos y les confirme que debía irme pero que estaría de regreso sobre el mediodía, luego me fui a la oficina no sin antes recordarles que nuestro observador podía llegar en cualquier momento.

Durante toda la mañana arrecieron tanto la lluvia, como el trabajo y mi desasosiego, por lo que ya pasadas las dos de la tarde cuando finalmente pude liberarme de mi jefe y dirigirme al local, continuaba la lluvia tanto sobre la mojada Caracas como en mi desinflado ánimo, al temer y esperarme el más rotundo fracaso de la actividad (recuerden “el lector” que en esa época ni soñábamos con tener un teléfono celular, por lo que yo no tenía ninguna forma ni manera de conocer cómo se habían desarrollado las cosas a lo largo de aquella tempestuosa mañana).

De esa manera, llegue al local, me enfunde el poncho sobre el uniforme y me baje del carro, …para escuchar a la tropa cantando: ♪♪ halla niebla o sol, saldremos de excusión, vamos muchachos a acampar ♪♪, al observar pude divisar cada uno de los cuatro rincones de patrulla gracias al humo que ascendía de los fogones, y allí bajo la lluvia y sobre el barro pude identificar que quien dirigía el canto era mi observador integrado como uno más de los scouts de la tropa,

Me integre a la actividad, las patrullas continuaron con sus canciones y actividades terminaron de cocinar, catamos sus platos, evaluamos, tuvimos los 5’ del JT y llamamos a formación para dar la evaluación y realizar la ceremonia de cierre. Luego de los gritos de patrulla nuestro observador pidió dirigirse a la tropa, sonriendo y aun chorreado agua dio un paso al frente, y la mando a numerar, inmediatamente las voces de los scout de la Tropa San Cayetano inundaron el parque: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 ULTIMO Y SIEMPRE LISTO! ! ! ! !



En algunas fotos de la noche en que celebramos mi Insignia de Madera en Tropa, aparecen los Guías de Patrulla del San Cayetano portando JUSTA Y ORGULLOSAMENTE mis primeras dos cuentas del collar de Dini Zulú






Pterodáctilo Ancestral

enero 2017


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