miércoles, 18 de enero de 2017

MUCHOS ERRORES PARA UNA GRAN SATISFACCION / Por El Profesor Lohengry Vento


Durante muchísimos años la CARACAS SCOUT estuvo dividida por el GRAN CAÑON DE CHACAITO, y porque no soy antropólogo y muchos menos sociólogo para estudiar y comentar las diferencias entre los miembros de la Entidad Miranda y los de la Entidad Distrito Federal, termine pensando que en buena parte fue una segmentación forzada por motivos más “politiqueros” que políticos.



Sin embargo, a lo largo del tiempo, existieron diversos y exitosos ejemplos de trabajo en equipo que desmontaron la naturaleza de esta desintegración. La que yo conocí en primera persona fue la liderada por los responsables de Recursos Adultos (Desiree Eiris por Miranda e Ignacio Marino por Dtto. Federal), quienes de manera muy exitosa sumaron recursos para diseñar y ejecutar un cronograma consolidado de cursos y talleres, además acertadamente sumaron a la Entidad Guaicaipuro que si bien eran muy pocos, apuntalaba y reforzaba el concepto de unidad que se requería. El éxito de esta experiencia, seguramente sirvió de fundamento para lo que estaba por venir.



Entre estas sensaciones de amor y odio, conocí a Néstor Lohengry Vento, yo un sifrino del Este de Caracas (en Dtto. Federal en una oportunidad me llegaron a acusar de: “tener carro y estudiar en la Universidad Simón Bolívar”) y él un bohemio de Caricuao al Oeste más lejano de Caracas. Hacíamos un escultismo totalmente diferente.



Aunque me toco compartir y conversar superficialmente con él en varias oportunidades (en el marco del esfuerzo de RRAA ya mencionado), creo que lo conocí realmente en el Insignia de Madera en Tropa #33 del Hipódromo La Rinconada durante la Semana Santa de 1993, y confieso que durante los primeros días del curso no pasó nada que motivara la reconsideración de mi perspectiva, pero a Lohengry le correspondió organizar la Feria de Especialidades con que se cierra el curso de tropa (no recuerdo si el jueves o el viernes), y en ese momento pude apreciar toda su capacidad para en una muy alegre y efectiva actividad, enseñarnos a cursantes y capacitadores, la manera correcta de desarrollar esta herramienta con los jóvenes. Confieso que esa fue la primera vez en mi vida que tuve la oportunidad de “partir cocos en una Semana Santa”.



De allí en adelante (muy poco a poco), aprendí a apreciar y admirar las capacidades de Lohengry como capacitador, como scout y como persona (sin duda importantemente inducido por mi relación con su gran amigo Alberto Andrade). Al punto que hoy no dudo en llamarlo con el mayor respeto Profesor Vento, y me aprecio de contarlo entre mis amigos.



Por todo esto para #MeLoContaronAlrededorDelFuego es un verdadero honor y el mayor orgullo tener la oportunidad de prestar su especio para este relato de sus inicios como Jefe de Tropa.



Adelante Profesor…





Agradezco a Juan Rodrigo el “hablador de los scouts en Venezuela“ en darme la oportunidad para dar cuenta de mis pininos como dirigente de tropa y la barra blanca que me acompañaba para el momento, hay muchos nombres que se me pasan y que sin duda alguna, si leen este articulo tienen derecho a enojarse con este servidor, sin embargo no hay nada que no se pueda reparar con una taza de café y el acompañamiento del omitido ir mas al fondo de lo que relato es para mí un éxito no solo porque me corrijan si no por saber que alguien más estuvo pendiente de esos momentos para mi importantes

También escribo este testimonio en pro de esos jóvenes bisoños que se comprometen a trabajar en una unidad con solo las buenas intenciones de contribuir y para la gran cantidad de dirigentes que pasaron situaciones parecidas valoren los esfuerzos que hicieron llegasen a sus metas

MI RELATO

A las 12 del mediodía era la hora que me preparaba para ir a los scouts mi uniforme de rover ya estaba preparado: short, medias, camisa y entusiasmo sacaba del armario para asistir a mi compromiso sabatino. Ustedes estarán pensado en este momento en que mi relato está equivocado ya que yo debo contar una experiencia como dirigente de tropa y no como rover y tienen razón, por eso les aclaro que por allá, a mediados de los años 70 los rovers eran los entes propulsores del escultismo venezolano más conspicuo que existiesen, no era raro que un clan ayudara a formar un grupo scout nuevo como si se tratara de una franquicia, muchos de ustedes recordaran las experiencias en este sentido en grupos como los Don Bosco, Catatumbo, Calasanz, Rolland Phillips, San Benito y pare usted de contar, además el rover después de obtener su investidura acto que formaba parte de su plan de adelanto ayudaba a las otras unidades de su grupo como rover en servicio, ese era mi caso y a mí me toco ayudar en la tropa a Jesús Rondón un joven sin experiencia scout que fungía como sub jefe de tropa en poco tiempo Jesús no apareció mas por el grupo scout dejándome a mí con el gran problema de conducir unos pocos muchachos que quedaban en la tropa y recibir programa en la unidad de clan cuando todavía no cumplía 18 años.

Los dirigentes ya retirados que se me acercaban me pedían no dejar caer el grupo y que confiaban en mí y otros rovers que estaban en la misma situación, el romanticismo de la adolescencia y los relatos del honor scout hicieron que el defraudar no estuviese en mis planes.

Toco entonces empezar a armar una tropa de las ruinas de un grupo: sin muchachos, sin local, sin apoyo de adultos pero con varios rover que como yo querían tener un producto exitoso-

Mi primer trabajo fue acercarme a la tienda scout de Sabana Grande y elegir una bibliografía que me ayudase a conformar mi tropa conseguí varios libros pero con mi presupuesto estudiantil adquirí “Los Primeros 4 meses de una Tropa” , El folleto indicaba que debía empezar con una patrulla que más tarde serian los futuros guías de patrulla, tome ”mi camino hacia los bosques” que para los que no sepan era el manual de iniciación para los scouts de la tropa en ese tiempo y actuando como si fuese un preparador universitario quise se aprendieran el texto al pie de la letra y al poco tiempo algunos de los muchachos dejaban de ir por lo tedioso que se la pasaban, teniendo que empezar de nuevo con otros reclutas, si a esta altura alguno de ustedes me pregunta si tuve acompañamiento les diré que muy poco aunque sería injusto omitir la presencia en el nuevo local de Marcel Joseph y Carlos Padilla comisionados de los distritos 8 y 7 respectivamente quienes me obsequiaron un manual scout y un manual para el guía de patrulla, supongo que para esa época comenzaban a dársele importancia a los cargos institucionales pero lamentablemente ya no los vi mas

Después de 6 meses y con muy malos programas promese a los tres primeros guías y al poco tiempo a sus sub guías aunque todavía no cumplía los 18 años comprendí que mi tiempo como Rover se había acabado y que mi futuro en el escultismo era como dirigente de tropa

Antes de asistir a mí capacitación formal ya comprendía varias cosas que me ayudaron en mi experiencia como jefe de tropa

-         Mi rol era el de un hermano mayor para los scouts, no el del profesor, ni sargento, ni instructor

-         No existe una buena tropa sin local, por mucho tiempo vagamos por la urbanización, hasta no tener un local estable no pudimos crecer

-         Empecé a ver resultados cuando el trabajo lo compartía con otro dirigente

-         El ser autodidacta en el escultismo hace el camino a los resultados más largo y riesgoso

-         Capacitarme era la mejor opción

-         Un programa que llamara la atención era mi prioridad

Antes de llegar a este colofón entiendo que deje con un mal sabor a varios jóvenes sobre lo que es el Escultismo, fue el costo de dejar que un joven solo comenzara una tropa a ellos mis disculpas

Y mi gratitud para aquellos muchachos que crecieron junto a mí en valores del Escultismo

Lohengry



Compartida por:
Pterodáctilo Ancestral
Enero 2017

2 comentarios: