miércoles, 8 de febrero de 2017

Los Ciegos y el Elefante / Una Imagen de Relativismo y Tolerancia

Hace algunas semanas publicamos con bastante éxito un relato de Néstor Lohengry Ventó “El Profesor”, y a los pocos días él público este relato en Facebook que nos pareció ideal y perfecto para #MeLoContaronAlrededorDelFuego, por lo que le pedí su consentimiento para copiarlo y ahora se los comparto…


«Los Ciegos y el Elefante» es una famosa fábula hindú que cuenta la historia de seis viajeros ciegos que descubren diferentes partes de un elefante en la trayectoria de sus vidas.

Alternativamente, cada ciego crea su propia versión de la realidad a partir de esa experiencia y perspectiva limitada. En los departamentos de filosofía por todo el mundo, «Los Ciegos y el Elefante» se han convertido en el ejemplo perfecto a favor del relativismo moral y la tolerancia religiosa. «Los Ciegos y el Elefante» – Un Poema por John Godfrey Saxe (1816-1887) de:







Los Ciegos y El Elefante


Seis eran los hombres de Indostán, tan dispuestos a aprender, que al Elefante fueron a ver (Aunque todos eran ciegos), Pensando que mediante la observación su mente podrían satisfacer. El primero se acercó al elefante, Y cayéndose sobre su ancho y robusto costado, en seguida comenzó a gritar: "¡Santo Dios! ¡El elefante es muy parecido a una pared!" El segundo, palpando el colmillo, exclamó: -"¡Caramba! ¿Qué es esto tan redondo, liso y afilado? Para mí está muy claro, ¡esta maravilla de elefante es muy parecido a una lanza!" El tercero se acercó al animal, y tomando entre sus manos la retorcida trompa, valientemente exclamó: "Ya veo," dijo él, "¡el elefante es muy parecido a una serpiente!" El cuarto extendió ansiosamente la mano y lo palpó alrededor de la rodilla: "Evidentemente, a lo que más se parece esta bestia está muy claro," dijo él, "'Es lo suficientemente claro que el elefante ¡es muy parecido a un árbol!" El quinto, quien por casualidad tocó la oreja, Dijo: "Incluso el hombre más ciego es capaz de decir a lo que más se parece esto; Niegue la realidad el que pueda, Esta maravilla de elefante ¡es muy parecido a un abanico!" El sexto tan pronto comenzó a tantear al animal, agarró la oscilante cola que frente a él se encontraba, "Ya veo," dijo él, "¡el elefante es muy parecido a una cuerda!" Y así estos hombres de Indostán discutieron largo y tendido, cada uno aferrados a su propia opinión por demás firme e inflexible, aunque cada uno en parte tenía razón, ¡y al mismo tiempo todos estaban equivocados!

MORALEJA: Así también, a menudo en las guerras teológicas los contendientes, pienso yo, discuten en la total ignorancia de lo que el otro quiere decir; y parlotean acerca de un elefante ¡que ninguno de ellos ha visto!



copiada del FaceBook de Nestor Lohengry Vento el 2feb17
compartida por
Pterodáctilo Ancestral
Febrero 2017

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