Definitivamente
ellos eran la mejor patrulla del curso...
O por
lo menos eso se creían ellos y por tanto el animo estaba en su punto mas alto;
el camino que les avían asignado para la excursión del IMT (Insignia de Madera
en Tropa) era excelente y los paisajes que podían admirar, sin duda alguna le
levantaría el espíritu a cualquier buen scout (y ellos se consideraban de los
mejores).
De los
siete, seis eran de Caracas y uno del interior. Este ultimo era el que tenia
menos “experiencia”, menos “cancha”, menos “roce”…
Pero no
importaba, en todas las patrullas hace falta un “Tomasito Pie Tierno”, y los
capitalinos lo habían aceptado (¿adoptado?) como parte de ellos.
Habían
emprendido el regreso desde el Embalse de Agua Fría casi al amanecer, y tenían
toda la intención de llegar de primeros al Campo Escuela Paramacay. Llevaban un
magnifico paso y ya que el día anterior habían realizado todas las tareas
encomendadas por el staff en los sobres, nada ni nadie parecía capaz de frenar
el paso de los… …
Casi a
la mitad del camino abrieron el siguiente sobre:
“Buenos
días Patrulla”- comenzaba, y luego continuaba – “Levante el campamento,
desayunen, hagan una buena acción al sitio y …”
“¡¡¡HAGAN
UNA BUENA ACCIÓN AL SITIO!!!”- Eso no la habían hecho. Los mejores, los que
nunca fallaban, los sobrados tenían ahora un problema:
“Regresemos”
– dijo alguno sin pensarlo mucho.
“Estas
loco, sigamos y veremos que hacemos al llegar a Paramacay” – dijo otro,
“No le
pares, hicimos el refugio, ubicamos las constelaciones, tenemos el croquis, la
huella de yeso, las muestras de flora y fauna y hasta fotos, hicimos todo lo
importante, solo nos falta el servicio” – remato otro de las estrellas.
Así
continuaron discutiendo por un rato sin que ninguno presentara la solución al
problema. Finalmente, el que tenia el cargo de GP dijo: “Bueno a lo hecho
pecho, estamos a la mitad del camino y aquí no hay ningún tipo de servicio que
hacer, así que mejor seguimos y ya se nos ocurrirá algo” - tras estas palabras
seis reanudaron la marcha, pero… …y donde esta Tomasito.
Todos
regresaron tras un recodo del camino, y allí estaba el faltante, trabajando
afanosamente en la Ermita de la Virgen que se encuentra a la mitad del camino
hacia Agua Fría, mientras los otros discutían, él había barrido, cambiado el
agua de los materos y se disponía a buscar algunas flores para cambiar las
marchitas...
Por
unos minutos nadie dijo nada, pero poco a poco fueron quitándose los morrales y
sumándose a la tarea.
Y hoy,
años mas tardes, creo que para mí la sesión más importante del curso fue la que
nos dicto Tomasito en la Ermita del Camino.
Pterodáctilo
Ancestral
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