sábado, 14 de noviembre de 2015

Cuando la Luz se apaga en París

CUANDO LA LUZ SE APAGA EN PARIS,
EL RESTO DEL MUNDO SE ILUMINA POR ELLA,

Entre ayer en la tarde y este momento he leído miles de mensajes y comentarios con relación a que occidente, el mundo y la humanidad debemos actuar de inmediato para acabar con la amenaza del terrorismo, en paralelo mis hijos adolescentes también discutían y Rodrigo Javier consideraba injusto que imagináramos a los musulmanes, y por lo tanto al Corán, como “genéticamente e históricamente culpables” de ese sanguinario terrorismo que azota al mundo. Por lo tanto para mí no es sencillo, tomar posición en este sentido, aunque sin duda alguna considero abominables e imperdonables, las acciones de Isis en contra de occidente en general y de los cristianos en particular, y denuncio como aborrecible e injustificable los cobardes atentados contra La Ciudad Luz.
No podemos olvidar que esta no es la primera vez que la humanidad realiza acciones de esta calaña, como muestra recordemos que recién hacen 70 años que Hitler ordeno destruir Paris con su sempiterna pregunta ¿Arde Paris?, sin embargo la modernidad y la socialización de las comunicaciones hace que ahora lo sintamos en vivo y directo, durante los mismos instantes en que se desarrolla. Por lo que se desborda nuestra indignación, nuestro miedo y nuestro deseo de venganza, lo que justifica los mencionados mensajes llamando a tomar represalias y acabar no solo con Isis, sino con el islán.

Y entonces no me quedo más que recordar dos sentencias la primera del Mahatma Gandhi con relación a la venganza “OJO POR OJO Y  EL MUNDO SE QUEDARA CIEGO” y la segunda de Albert Einstein, con relación a la guerra "No se como será la tercera guerra mundial, sólo se que la cuarta será con piedras y lanzas", ambos estadistas vieron con claridad que el futuro de la humanidad como la conocemos depende de que sepamos estar por encima de la satisfacción que nos da la venganza.

Con esa ensalada de ideas me acosté anoche, pero esta mañana muy temprano me enviaron un mensaje con la foto de las principales del mundo iluminadas con la bandera francesa, que decía CUANDO LA LUZ SE APAGA EN PARIS, EL RESTO DEL MUNDO SE ILUMINA POR ELLA, y creo que a eso nos llaman las circunstancia: a unirnos y apoyarnos contra las amenazas que se ciñen contra nuestra manera de vivir y contra nuestras vidas, pero debemos hacerlo con cordura y criterio, con sabiduría y sensatez y sobre todo con el convencimiento de que aunque lo llamemos Yahveh, Jesus, Ala, Buda o de cualquier otra manera, todos somos hermanos e hijos del mismo Dios, y que nuestra sobrevivencia en este pequeño planeta verde depende de que nos entendamos y aprendamos a amarnos.

Algunos pensaran que mis ideas son muy ingenuas y hasta cobardes e irresponsables, otros pensaran que son una utopía inalcanzable e insensata que nos debilita y nos deja en riesgo contra nuestros enemigos, yo prefiero pensar como Mandiba, quien luego de permanecer 27 años inmoral e injustamente encerrado en La Isla Robben, salió para predicar y demostrar que << si quieres igualdad y reconciliación, tienes que educar a todos los sudafricanos juntos >>. En la historia de la humanidad es muy difícil conseguir a un grupo social que fuera más segregado, repudiado y degradado que los negros sudafricanos durante los años del apartheid, y sin embargo, con el respeto que se forja al calor del ejemplo, Mandela demostró que la única manera de resolver los conflictos en Sudáfrica era mediante la verdad,  el perdón y la reconciliación.

Por eso estoy convencido y predico que para las guerras que se están librando entre Isis y el mundo y también para la que luchamos cada día en nuestra convulsionada Venezuela del Siglo XXI, la única solución para resolver y edificar una sociedad sostenible, es a través de esa fórmula de verdad, perdón y reconciliación que concibió y aplico Mandela al salir de prisión.

Rezo por que El Señor ilumine a nosotros  sus hijos, y nos de la sabiduría para afrontar estos difíciles momentos.

Juan Rodrigo Rodríguez

Caracas, 14 de noviembre 2015

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