domingo, 15 de marzo de 2020

Para Andrea y Francisco



Buenas tardes, este domingo mientras sufrimos del confinamiento forzado y mundial al que nos arrastra el COVID-19, nos llega una noticia mas celestial: nuestra querida y siempre entrañable ahijada la Licenciada Andrea Urizarbarrena Fernández, está dando el inmenso paso de mudarse a vivir con su amadísimo Licenciado Francisco Báez, su perfecta y electa MEDIA NARANJA (como se decía en la época de su abuela Chuz).

Andrea y Francisco, como bien se los comenta Lizeht Laboren, en nuestro CHAT: «DICEN QUE LO MÁS DIFÍCIL ES LA CONVIVENCIA COTIDIANA, PERO EN EL CASO DE USTEDES NO HAY CHANCE PARA ESOS DETALLES, COMIENZAN ESTA NUEVA ETAPA CON UNA INYECCIÓN DE CONVIVENCIA INTENSIVA... …SI SOBREVIVEN A LA CUARENTENA COMO PAREJA (Y A ESTE CHAT COMO FAMILIA), ¡TIENEN TODO PARA ESTAR JUNTOS POR MUCHOS AÑOS JEJEJE JEJE... MUCHO ÉXITO!  Y BIENVENIDO»

Entienda que a nuestras retrogradas mentalidades conservadoras, hay que hacerles el favor de explicarles con detenimiento, cuidado y lentitud, que esto es un paso tan vital e importante como el que dieron sus padres hace 27 años cuando se casaron para formar esa bellísima familia URIFER (de la que hoy todos nos sentimos orgullosos por osmosis), y que por eso debemos felicitarlos deseándoles amor eterno “QUE SEA PARA SIEMPRE QUERIDOS AHIJADOS” (en plural porque a partir de este momento, adoptamos a Francisco como nuestro nuevo ahijado).

Andrea y Francisco, les contamos que en dic ´90 cuando llegamos de luna de miel, e iniciamos nuestra vida juntos, le conté a tu madrina esta historia:

A mediado de los años 70´s, una pareja de ancianos que ya había celebrado sus BODAS DE DIAMANTE, participaba en un programa de televisión, en el cual se le hacían preguntas por separado, y si las respuestas de esta pareja luego de sesenta años de convivencia coincidían a la perfección, por lo que la pareja avanzaba sin detenimiento, a la pregunta final del programa.

En ese momento el anfitrión del concurso, dice:

  • Y ahora nuestra pregunta final, por CIEN MIL DÓLARES, Señora Wilson, dígame Usted: ¿Cuándo fue la última vez que su esposo le dijo TE AMO?

  • Hace sesenta años, el 15 de diciembre de 1915 – contesto la anciana sin ninguna duda.
El anfitrión, hace pasar al cónyuge, y dice:

  • Señor Wilson, ya tenemos la respuesta de su esposa, y ahora para Usted nuestra pregunta final, por CIEN MIL DÓLARES, dígame: ¿Cuándo fue la última vez que le dijo TE AMO, a su esposa?

Y sin ninguna duda, el anciano contesto

  • Hace sesenta años, el 15 de diciembre de 1915.

  • Y, ¿Cómo puede estar ten seguro? - pregunta, perplejo el anfitrión.

  • Porque el día que nos casamos, al llegar a nuestra casa le dije a mi mujer: querida TE AMO, y si alguna vez cambio de opinión, te lo hare saber – y ante el silencia de la sala continuo – y la verdad es que desde esa fecha nunca he cambiado de opinión.
Al terminar, el relato le dije a tu Madrina: «Esposa TE AMO, y su alguna vez cambio de opinión, te lo hare saber», y ella me contesto: «Pues para mí, eso no es suficiente, yo necesito que me digas que me amas todos los días», por lo que, durante los últimos 30 años, todos los días le he dicho: «TE AMO ESPOSA BELLÍSIMA»

Y desde esa fecha, he intentado, no solo decírselo, sino demostrarle todos los días que LA AMO.


Andrea y Francisco, les debemos algo para que los acompañe y bendiga su nuevo hogar, pero mientras el CORONAVIRUS nos permita enviárselos, compartimos este relató y los incluimos en nuestras oraciones diarias.


AHIJADOS QUE SEAN FELICES POR SIEMPRE